Su novio tiene 18 años y ya es padre de otros dos hijos, cada uno de una mujer diferente. La madre de Luciana mantiene la familia y la ayuda con su beba para que la joven madre pueda ir a la escuela. Solo la más pequeña de las sobrinas de Luciana va a la guardería. Desafortunadamente, sus padres no consiguieron un lugar en la escuela primaria para la más grande, así que Luciana pasa su día cuidando a su sobrina y a su hija. Por la noche, va a la escuela y, los fines de semana, espera la visita de su novio.

Para muchas adolescentes pobres del Brasil actual, la maternidad es un medio para establecerse en una sociedad donde hay pocas oportunidades para ir a la escuela o tener una carrera. El resultado es un círculo vicioso que exacerba los ya alarmantes índices de inequidad social de Brasil. 

Una impresionante estadística de mayo de 2005 (basada en el Censo Demográfico de 2000) muestra que, desde 1991 a 2000, el número de madres entre 10 y 14 años aumentó un 93,7%, mientras que el número de aquellas entre 15 y 19 aumentó el 41,5%. La mayoría de estas jóvenes madres provienen de familias cuyo ingreso mensual va desde los 25 hasta los 300 dólares. Otra estadística muestra que la tasa de nacimientos para adolescentes entre 15 y 19 años es cinco veces mayor en las favelas más pobres de Río que en las áreas de mayor ingreso.

La desigualdad social, la mala distribución del ingreso, los altos índices de analfabetización y la profunda pobreza están entre los mayores problemas que se enfrentan en el Brasil de hoy. La mayor parte de los casi 190 millones de habitantes de Brasil son mujeres. Las investigaciones apuntan a un fenómeno social relacionado con la desigualdad en la distribución de la riqueza y la pobreza y un incremento concurrente en el número de madres adolescentes pobres y semianalfabetas. Los bajos índices de alfabetización, la falta de programas de información preventiva, las limitadas perspectivas futuras, las familias pobremente estructuradas y la violencia urbana son todos factores de este fenómeno social.

***

Más que simplemente un grupo de fotógrafas emergentes, EVE es el resultado de una aspiración en común: movilizar el enfoque fotográfico y la interpretación del mundo de cada uno de sus miembros para brindar una serie de trabajos original y potente. 

Estas seis fotógrafas tienen una visión específica y centros de interés individuales, pero también comparten una pasión y fuertes convicciones en común sobre cómo y por qué documentan nuestro mundo, y brindan una interpretación diferente pero cohesiva además de ofrecer modos elocuentes de aprehenderlo y decodificarlo.