Escribí sobre guerra y conflicto en un momento en que esos temas eran increíblemente sensibles. Tomé experiencias de la vida real; todo lo que dije es cierto.

Escribir sobre temas sensibles y desplegar los propios pensamientos para que el mundo los vea requiere coraje.  Vivo en Lahore, una ciudad mediana de Pakistán donde todos se conocen. A muchas mujeres les resulta difícil escribir lo que piensan porque tienen considerar cómo afectará eso a otras mujeres y a sus propias familias.

Hace falta coraje para traducir los pensamientos personales en palabras, especialmente cuando sabes lo poderosa que puede ser la palabra escrita. Las palabras pueden cambiar la vida tanto negativa como positivamente.

Escribir para Imagining Ourselves fue algo empoderador, pero también atemorizante. Las historias aparecen en las pantallas de las computadoras, no tienen raíces y son transitorias. Sin embargo, muy pronto me di cuenta de que Imagining Ourselves era un espacio abierto y reconfortante para el diálogo.

Imagining Ourselves cambió mi opinión sobre temas que afectan globalmente a las mujeres.  Muchas todavía estamos tratando de entendernos a nosotras mismas. Tenemos tendencia a quedarnos atrapadas en nuestras propias vidas diarias y a olvidarnos de las otras mujeres y los problemas que las afectan. Imagining Ourselves constantemente me despertaba a la consciencia. Ver historias de mujeres tan diferentes me inspiró a convertir este recién descubierto conocimiento en acción.

Todas estas inspiradoras e interesantes historias también hicieron que fuera intimidante exponer mi escrito a los ojos de los demás. ¿Podría inspirar a otros de la misma manera? La comunidad de Imagining Ourselves fue muy receptiva y se tomó el tiempo para prestar atención a lo que yo tenía para decir. Su respuesta me dio una increíble sensación de poder.

Como escritora, Imagining Ourselves y sus particiapentes me dieron la confianza para publicar mi trabajo. Si no lo hago, nadie conocerá mi historia. Para que te oigan, tienes que hablar y el International Museum of Women es un lugar que deja que tu voz sea oída.