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| | • | Hay 39 embajadoras en las Naciones Unidas. Son de Argelia, Australia, Burkina Faso, Costa Rica, Egipto, Estonia, Finlandia, Kenia, Kirguistán, Malasia, México, Sri Lanka, Suecia, Tailandia y Turkmenistán, entre otros. | | | • | Entre los países en desarrollo que primero les concedieron a las mujeres el derecho al voto se encuentran: Albania (1920), Mongolia (1924), Ecuador (1929), Turquía (1930), Sri Lanka (1931). | |
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"Somos la esperanza, los protagonistas, quienes podemos convertir en realidad el sueño de esta nación que tanto ha sufrido". Este es un pequeño fragmento del himno de Gestores de Paz (mi organización) donde les decimos a los colombianos y al mundo, lo que pensamos.
Estamos buscando que todos los niños, niñas y jóvenes se den cuenta del compromiso social que tenemos para que en nuestro país haya paz, utilizando este término no sólo como el fin de los problemas o del conflicto armado al que nos enfrentamos, sino también como la manera en que nos relacionamos entre seres humanos, un cambio de valores y compromisos frente a nuestro planeta.
"El mundo gira y busca respuestas. Las guerras y las mentiras dañan el sueño de mi vida. Pero dije no, dije no a la destrucción porque Cristo me tomó y me enseñó el camino, y me hizo un campeón..."
En el año de 1996, un grupo de niños, niñas y jóvenes representantes de diferentes organizaciones Colombianas nos reunimos y decidimos que queríamos colaborar con el trabajo que cada uno de nosotros estaba realizando con los niños, niñas y jóvenes de las comunidades a las que pertenecíamos. Descubrimos el trabajo tan maravilloso que se hacía en cada una de las instituciones, que aunque se desarrollaban en diferentes lugares del país, todos trabajábamos para terminar con el conflicto colombiano y por el bienestar de la niñez, así que decidimos que el país lo debía saber.
Vimos que la mejor forma de realizarlo era haciendo algo a escala nacional y que los que participaran fueran los niños, niñas y jóvenes, uno de los niños dio la idea de realizar una votación, pero ¿cómo íbamos a votar si no teníamos cédula?
Luego de un par de horas decidimos que íbamos a votar por la paz y por nuestros derechos. Al decirle esto a los adultos representantes de las organizaciones, la reacción fue dividida, unos nos dijeron que era buena idea y los otros nos dijeron que estábamos locos, que eso nunca se lograría y mucho menos a nivel nacional. Así que nos unimos con los adultos que creyeron en nosotros y comenzamos a trabajar.
El tarjetón que utilizamos contenía doce de los derechos universales que se encuentran en la convención de los derechos del niño. La misión de nosotros era hacer difusión en las escuelas, colegios, iglesias e instituciones, donde les decíamos a todos los menores de 18 años por qué era importante ir a votar responsablemente el 26 de octubre por la paz y por los derechos civiles, para que estos no se nos siguieran irrespetando.
Llegó el gran día, 26 de octubre de 1996, al principio teníamos algo de miedo, pero después, niños, niñas, jóvenes, padres, abuelos, estaban reunidos en los parques más importantes de Colombia, habían payasos, globos, caravanas y en los medios de comunicación, era el primer día que no mostraban ningún tipo de atentado por algún grupo armado ni en la televisión ni en los periódicos. Fue realmente un día de felicidad para el país y especialmente para los niños, niñas y jóvenes, por que este día nos sentimos escuchados.
Los derechos que 2´700.000 de nosotros pensamos que eran los más importantes en Colombia fueron el derecho a la vida, a la paz, al amor y a la familia. Al tener la oportunidad de votar, les dimos una lección a los adultos. La mayoría de niños, niñas y jóvenes piensa en el bien común, no en el individual, y les demostramos esto al votar por la educación.
Claro que después de esto, no podíamos quedarnos solamente con los resultados de la votación, así que con ayuda de las instituciones realizamos una asamblea. En esta asamblea fue creado el código del menor, donde propusimos que para los jóvenes menores de edad no fuera obligatorio prestar servicio militar y hoy en día esto es todo una realidad. Un año más tarde de nuestra votación, más de 10´000.000 de colombianos adultos apoyaron nuestro mandato y votaron por la paz, la vida y la libertad, diciendo en su voto que no se involucraran a más niños, niñas y jóvenes en la guerra, que no se secuestrara y en especial pedían paz para todos los habitantes de Colombia.
Todos los integrantes del Movimiento estábamos comprometidos con nuestro país y éramos nosotros mismos los que íbamos a las escuelas y les enseñábamos a los niños, niñas y jóvenes sus derechos, pero sin dejar de lado sus deberes, a diario dimos capacitación y formamos bases firmes, casi siempre utilizando juegos como nuestra principal herramienta de enseñanza.
Visión Mundial Colombia, la institución de la que yo formo parte, nos apoyó y comprendió que nosotros queríamos tener espacios propios donde pudiéramos actuar, así que consolidamos el Movimiento de Gestores de Paz, que surge como el resultado de un camino recorrido desde hace varios años en los proyectos comunitarios y la inquietud constante de niños, niñas, jóvenes y adultos de identificar espacios que pudiesen facilitar y potenciar la construcción de una cultura de paz y la participación infantil y juvenil, como parte imprescindible de los procesos de desarrollo de la comunidad de escasos recursos.
Esta experiencia ha sido fortalecida con la participación activa de los jóvenes en los procesos de planeación, ejecución y seguimiento de las acciones del mismo Movimiento a nivel nacional y regional y los programas de desarrollo en las diferentes ciudades.
Nuestro objetivo es que la población infantil y juvenil ejerza su ciudadanía para construcción de la paz y de bases democráticas. De esta forma logramos el reconocimiento de nuestra condición como actores sociales legítimos. A través del proceso mismo del Movimiento se busca promover la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Colombia en 1991, con especial énfasis en aquellos artículos que tienen que ver con la participación (artículos 12, 13, 14, 15, 17, 30, 31) y el reconocimiento y aplicación de los artículos 44, 45, 50 y 67 de nuestra Constitución Nacional que hablan de los derechos de la niñez y la adolescencia.
Los niños, niñas y jóvenes del Movimiento soñamos con ser protagonistas en la construcción de una cultura de paz en Colombia, asumiendo un papel activo, propositivo y responsable en las diferentes instancias de la sociedad civil y el Estado, vivenciando los valores cristianos como ejes centrales de nuestro propósito.Este protagonismo esta representado en el deseo de aportar de manera activa a la construcción de la paz en nuestro país, comenzando con nuestras propias vidas, las de nuestras familias y las de las comunidades donde vivimos.
Y estos objetivos los tenemos claros, ya que vivimos en un país donde estamos atravesando una etapa difícil que hiere profundamente nuestras las entrañas. Desafortunadamente nuestra nación lleva largo tiempo intentando sobrellevar un conflicto que poco a poco destruye la esencia de un país tan bello como es Colombia, y lo único que puede disminuir un poco el gran dolor de las personas que se encuentran en medio del conflicto, que es el Derecho Internacional Humanitario, es violado.
En nuestro territorio hay más de tres grupos armados enfrentándose, la guerrilla, los paramilitares y los militares. Las pandillas se están incrementando en los lugares donde vivimos y están mostrando a los chicos el camino fácil para sobrevivir, el maltrato y el trabajo infantil se ve reflejado en todos los rincones de nuestro territorio y el reto principal es que desde donde vivimos cambiemos las malas condiciones a las que nos enfrentamos y que actuemos de lo local a lo nacional y mundial.
Haciendo a un lado estos problemas, el mayor logro que hemos obtenido son los millones de sonrisas de esperanza de los niños, niñas y jóvenes a los que estamos capacitando y a los que mediante el juego les hemos enseñado que es posible soñar y cambiar el mundo. Y la mejor forma y la más sencilla es actuar dentro de la comunidad, trabajar, jugar y aprender con ellos, identificar los problemas y entre todos darle una correcta solución.
Por esta razón creo que la misión más importante de todo ser humano y especialmente la mía es seguir a Jesucristo y ser instrumento de la paz de Él en la tierra, ayudando a los menos favorecidos y mostrándoles las oportunidades que hay en la tierra ya que yo soy un ejemplo de ello, porque a mi vida llegó una persona buena que me dio su amor y ayudo para que soñara y saliera adelante junto con mi familia y mi comunidad. Y lo que espero es que cada uno de nosotros pueda ser ese instrumento que acompañe con amor y liderazgo a los seres humanos que han perdido la esperanza.
Estoy segura de que el cambio se puede ver en esta generación, ya que la visión del mundo de los jóvenes es dejar a un lado el calificativo que algunos sectores de la sociedad nos impusieron, (el desordenado, desjuiciado, etc.) y estamos mostrando nuestra sensibilidad y la forma en la que podemos desarrollar las habilidades que nos brinda la niñez y la adolescencia para tener un cambio positivo en nuestros países y en el mundo.
Y es precisamente allí donde nosotras como mujeres jugamos un papel muy importante, ya que somos las encargadas de ponerle el dulce a la vida, siendo sensibles, amorosas y respetuosas por los problemas que aquejan a todos los seres humanos, especialmente a los niños y jóvenes. Nosotras, las mujeres integrantes del Movimiento de Gestores de Paz, nos definimos por la forma en que hemos buscado espacios de participación ante la sociedad. Espacio en el que ejercemos nuestra ciudadanía y, por lo tanto, somos partícipes en la búsqueda de soluciones a los problemas que estamos afrontando, por medio de la intervención pacífica y es algo que estamos sembrando en los corazones de todos los seres humanos que conocemos. | |  | MARCAR ESTE ARTÍCULO PARA REVISO | |
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I don’t think that this generation of women is any more positive than our mothers’ or our grandmothers’. Contemplating my generation of women in Croatia and Bosnia and Herzegovina, I am actually of the opinion that our generation of women...
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