Creo que la gente es hermosa como el filo del océano o el azul profundo del mar. Cuando estoy en una playa o vuelo sobre el océano, nunca critico lo que veo, no busco debilidades ni trato de encontrar maneras de mejorarlos. Su belleza, su belleza natural, simplemente está bien, siempre es suficiente.

En todo momento, reconozco el poder, el brillo, la importancia, la belleza y la inteligencia que el océano posee inherentemente y creo que es solo a causa de la opresión, como el sexismo, la misoginia y el racismo, que nosotros, como seres humanos, nos esforzamos por vernos hermosos, a nosotros y a los demás. Pero debemos recordar que la belleza que vemos en la naturaleza es la misma belleza que hay en nostros, ya que estamos intrínsicamente imbuidos del mundo natural que nos rodea.

Después de haber sido lastimada por los diferentes tipos de opresión que encontré siendo niña, creo que es importante que ahora presente una imagen positiva de mí misma y me sienta bien con quién soy -desde cómo funciona mi cerebro hasta cómo se ve mi cuerpo.

Muchos dicen que creen que la gente oprime a los demás solo porque se siente mal consigo misma. Estoy de acuerdo con esta teoría y creo que, hasta que nos sintamos bien con nosotros mismos y reconozcamos que toda vida merece un lugar en esta tierra, no alcanzaremos la paz. Estoy tratando de cambiar este patrón de pensamiento negativo empezando por mí misma, sanando las heridas que tengo para poder brindar sanación a otros seres humanos, quienes, espero, harán lo mismo por los demás.