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No hay lugar como el hogar
Sadaf Shamshad

Estados Unidos

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"Quiero que seas exitosa, que tengas una carrera y que seas independiente económicamente. Quiero que no dependas nunca...

Sin darse cuenta, sin embargo, me estaba haciendo exactamente lo que sus padres le había hecho a ella: estaba trazando el mapa de mi vida en lugar de alentarme a seguir una vida que me hiciera feliz.

Hasta hace seis años, yo había cumplido el sueño de mi madre de tener un trabajo genial y lograr independencia económica. Completé mi maestría, conseguí un trabajo pretencioso en una empresa de auditoría financiera de Manhattan; usaba ropa elegante y me reunía con gente importante para discutir cosas importantes. Estaba viviendo el sueño de mi madre. Ese era el problema: era su sueño, no el mío.

Después de que me casé y quedé embarazada de mi primer hijo, empecé a pensar más en qué era importante para mí, y me di cuenta de que quería ser una mamá ama de casa. Trabajar 14 horas por día, ir a las empresas de los clientes y frecuentar pretenciosas cenas de negocio hasta tarde no era compatible con una vida familiar.

Mi marido, también auditor, estuvo de acuerdo con que era importante para mí quedarme en casa con el bebé. Ahora que estábamos construyendo una familia, no tenía sentido que ambos trabajáramos tantas horas.
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